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El padre Oscar Barrios, asumió como párroco de la iglesia Catedral, en un emotiva y multitudinaria ceremonia

Una emotiva celebración eucarística se ofició el pasado sábado en al Catedral, durante la cual el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, tomó juramento al padre Oscar “Cacho” Barrios como nuevo rector y párroco. Un nutrido grupo de fieles san luiseños, acompañaron en el inicio de su nueva etapa pastoral, a quien durante 22 años había sido su pastor.

Monseñor Andrés, agradeció el servicio y dedicación pastoral que prestó en la Catedral durante varios años el padre Martín Zacarías, quien ahora se hará cargo de la parroquia María Auxiliadora, de Bella Vista.

Durante la homilía, el Arzobispo destacó el acompañamiento de la gente de San Luís al padre Cacho Barrios, no sólo en esta ceremonia sino a lo largo de todos los años que tuvo con ellos.

Sobre el padre barrios dijo, que se integra al camino de fe de la comunidad. Señaló que lo primero que deberá hacer es conocer y valorar todo lo bueno que Dios fue haciendo en esa comunidad, entre el párroco anterior y la gente. Le recomendó que en primer término escuche, valore y agradezca, para luego, con el tiempo, discernir qué es lo mejor y más beneficioso para que la comunidad siga creciendo en fe en esperanza y caridad. El párroco, se suma a la acción de Dios y a la colaboración de todos, para seguir construyendo la comunidad, dijo.

El Arzobispo explicó que la parroquia es una célula de la Arquidiócesis, debe ofrecer un claro ejemplo de apostolado comunitario, que reúne a los discípulos y misioneros en torno a Jesucristo, Maestro y Pastor, de allí nace la actitud de apertura, de dialogo, de búsqueda de la unidad en la riqueza de las diferencias, la corresponsabilidad, y la participación efectiva en la acción misionera.

Ofreciendo una breve catequesis, monseñor Andrés, explicó a los presentes, que el párroco ahora de la Iglesia catedral, y con esta comunidad, debe tener en cuenta que entre los templos de la diócesis, el lugar más importante corresponde a la iglesia catedral. “Es signo de unidad de nuestra Iglesia diocesana, aquí es donde acontece el momento mas excelso y sagrado del oficio litúrgico que preside el obispo: la santificación de las personas, el culto y la gloria de Dios. La iglesia catedral, en este sentido, es madre de las demás iglesias de la diócesis. Y como tal, debe distinguirse por una vida ejemplar y fervorosa en la liturgia. Sobre todo cuando nos reunimos a celebrar la eucaristía. Debe distinguirse por el esmero en la catequesis y generosa en la caridad, en la solidaridad. En particular, pondrá un particular empeño en concretar las propuestas pastorales que nos ayudaran a preparar la celebración del Centenario de nuestra diócesis”, destacó.

En otro momento de su mensaje, el Arzobispo destacó la necesidad de que los cristianos sean testimonio claro, en todos los ambientes, de la coherencia entre lo que se dice y se hace, sobre todo, centrados en la relación con el Señor, que es “quien nos da la fuerza para que nuestros pensamientos y nuestras acciones coincidan”. Habló de la distancia que entre lo que se piensa y lo que se dice, y entre lo que se dice y lo que se hace. Esta incongruencia es una enfermedad grave que paraliza a las personas y a las comunidades, religiosa o civil.

Posteriormente, durante el transcurso de la santa misas, el padre Barrios hizo el juramento de fidelidad a la misión que el encomendaba la Iglesia, a través del Arzobispo, e hizo su renovación de fe. Fue así que se fue desarrollando cada paso previsto en la liturgia, para las ceremonias de asunción de nuevos párrocos, entre ellos, el padre Barrio recibió las llaves del sagrario de manos del Arzobispo.

Al finalizar la eucaristía, el padre Barrios, ya como párroco de la catedral, se refirió a la tarea que debe realizar. En tono de broma, dijo que pensó que venía a allí para descansar, pero que no será así, “ya que Dios, nos quiere obreros a todos, sobre todo, a sus sacerdotes”.

Convencido de su fe en el Señor, al cual decidió servir hace ya casi treinta años, el padre Cacho, expresó: “Doy gracias a Dios por su gran amor, por su presencia entre nosotros. Ese único Dios en quien creemos, es el que nos hace recorrer el camino que el quiere, y que a nosotros nos conviene. Por eso hoy estoy aquí, porque el Señor así lo quiere. En esto creo firmemente, Dios me ha puesto hoy en este lugar. El que hoy este aquí, es el plan querido por Dios; y porque entiendo que es su plan, digo que sí. Aquí estoy Señor, en una disponibilidad de entrega total y de servicio generoso”.

Luego, saludó “con todo amor y respeto” a la comunidad de la iglesia catedral, “que Dios hoy me regala como mi familia”; y agregó, “quiero ser de verdad un sencillo y humilde pastor entre ustedes, y quiero con ustedes crecer en la fe, en este peregrinar hacia la única menta. Confío plenamente en la gracia que le Padre bueno me regalara para que juntos con ustedes, tratemos de gradarlo en todo”.

El flamante párroco, mencionó “vengo de estar casi 22 años en San Luis. Gracias a ese pueblo querido en donde aprendí mucho. Gracias a la gente del campo, de los rincones mas apartados, aquí en la ciudad trataré de vivir lo que ustedes me ensañaron. Gracias por su presencia y por todo lo que me dieron a lo largo de estos años”.

Notablemente conmovido, el padre Barrios, agradeció también a sus hermanos sacerdotes. “Estaré para con todos ustedes siempre dispuesto, para que día a día crezcamos en este compromiso sacerdotal para que esta Iglesia diocesana crezca en comunión y santidad”. También agradeció a monseñor Andrés, por “su cercanía y confianza”, y dijo que “pondrá todo de su parte para responderle”; y de manera especial, a toda a su familia.


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