Este fin de semana se realizará en las 50 parroquias, distribuidas en los 13 departamentos que confirman la Arquidiócesis de Corrientes, la 3° Colecta Diocesana Anual Ñemuasâi, que nos invita, inspirados en el testimonio y la vida del Cura Brochero, a ofrecer al sostenimiento de nuestra Iglesia, aportando el 1% de nuestros ingresos de este mes.
Mediante la colecta, participamos, entre todos, del sostenimiento de las obras caritativas, evangelizadoras y de culto de la Iglesia. Esta colecta, que tendrá sus días fuertes el 2 y 3 de agosto en las parroquias y capillas, se extenderá durante todo el mes en establecimientos escolares, comercios e instituciones diversas. Se distribuirán sobres especiales y alcancías.
A partir de esta Colecta, se busca fortalecer en los fieles el sentido de corresponsabilidad para el sostenimiento integral de la obra evangelizadora de la Iglesia en la Arquidiócesis de Corrientes.
A la Iglesia la formamos todos, laicos y consagrados. Todos somos parte. Cuando hablamos de dar, de aportar, no nos referimos sólo al dinero o bienes, sino también al
tiempo y a los talentos que Dios nos regaló para compartir con los demás y así construir y sostener, juntos, la Iglesia.
Con lo que se recauda en la Colecta, se sostiene la formación de agentes pastorales mediante talleres, cursos, seminarios; además, se solventan los gastos de los eventos diocesanos, como las celebraciones de Semana Santa, Corpus Christi, peregrinaciones, Encuentros del Pueblo de Dios, entre otros.
El 30% de lo recaudado lo conserva la parroquia, con preferencia para destinarlo a la formación de sus agentes de pastoral. El 70% restante, se envía al Arzobispado, de donde, una mitad, se destinará a la formación de agentes de pastoral, y la otra mitad se utilizará para cubrir los gastos de los eventos diocesanos, antes mencionados.
El padre Ariel Weimann, asesor del Equipo Compartir, responsable de la organización y desarrollo de la Colecta, hizo referencia al lema que la ilumina este año: “Trabajemos hoy con la pasión del cura Brochero”. Dijo que “nos queremos inspirar en el cura, casi santo, argentino, de nuestra raíces, que pudo desarrollar su tarea pastoral estando en un lugar muy humilde. Pero a fuerza de oración y trabajo, sin temor a tomar en sus manos una pala y ponerse a la par de la gente del pueblo, pudo construir iglesias, escuelas. Hizo mucho con pocos recursos”.
“Eso queremos trasladarlo a nuestras comunidades, queremos trabajar y tomar la iniciativas, dejarnos entusiasmar e inspirarnos en él”, expresó.

“Ñemuasâi”
La palabra en guaraní, nos identifica no solo como provincia sino como región; siendo expresión de nuestras profundas raíces cultural-religiosa, en el que la comunión, es un valor vivido en el cotidiano compartir de los miembros de la comunidad.
El vocablo Guaraní se puede escribir de tres maneras diferentes, porque es una palabra oscilante, y este tipo de palabra varía en la raíz.

Moasâi, muasâi, myasâi: significa extender, esparcir, propagar, divulgar.
Ñe: prefijo nasal que se junta con la raíz verbal para formar sustantivos.
Por lo que, ñemuasâi significa; “el esparcir”.
(Extraído del diccionario Castellano - Guaraní de Antonio Guasch. S.J.)

“El sembrador que salió a esparcirlas semillas... (Lc. 8,4-15 Parábola del Sembrador)

La actitud esperanzadora que expresa el sembrador al esparcir la semilla en cualquier terreno, esperando que estas germinen y produzcan frutos. Dependiendo el resultado de la disposición del terreno en el que cae la semilla.
Es una palabra que invita a la esperanza de vida que llevan las semillas esparcidas en la tierra.
Al colocarle ese nombre a esta nueva colecta, quisiéramos esparcir la semilla del compartir en el corazón de los fieles, esperando una respuesta generosa, que corresponda a los dones y talentos que Dios esparce en sus fieles para que redunde
luego en bien de todos.