Con gran alegría la Comisión arquidiocesana de Liturgia pone a disposición de todos Ustedes, el segundo ejemplar del Boletín Litúrgico: ¡Todos celebramos!

En este número van a encontrar todo lo referente al ciclo Cuaresma-Pascua que, dentro de pocas semanas, comenzaremos a celebrar.

“La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente, porque sobre todo es un “tiempo de Gracia” (2 Co 6,2)”, nos lo recuerda el Papa Francisco en su mensaje para la cuaresma de este año: “Fortalezcan sus corazones”; y nos invita a una renovación profunda como pueblo de Dios, para no ser indiferentes y para no cerrarnos en nosotros mismos.

Y ya que “la Iglesia es como la mano que tiene abierta la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él, mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6)”, queremos compartir con Ustedes las reflexiones pastorales como las características particulares de cada Tiempo, que nos ayudarán a preparar nuestras celebraciones y disponer así nuestros corazones para el encuentro con el Señor.

También encontrarán la reflexión sobre dos signos que aparecen con gran fuerza en estos dos Tiempos: la ceniza y el agua, a fin de que iluminados con su sentido y contenido, podamos ayudar, de una mejor manera, a que nuestras comunidades experimenten más intensamente el misterio celebrado.

Por último, incluimos dos subsidios, uno para cada tiempo: una Celebración Penitencial y un esquema para el rezo del Vía Lucis. Ya que la Cuaresma es el principal tiempo de penitencia, tanto para los individuos como para toda la Iglesia, conviene preparar a la comunidad cristiana para este tiempo por medio de celebraciones penitenciales. Y, durante el Tiempo Pascual, es importante ayudar a contemplar los misterios de la presencia de Jesús Resucitado en medio de sus discípulos y la misión a ellos confiada, para que también, en este tiempo, nos ayude a descubrir los signos de su presencia y, la efusión del Espíritu, nos renueve en la misión.

Que en el camino hacia la Asamblea Diocesana, la voz del Santo Padre, nos ayude a no caer en la indiferencia y a profundizar en la iniciación cristiana de nuestras comunidades, donde la liturgia es el espacio privilegiado para salir de nosotros mismos, dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él.

Equipo de Pastoral Litúrgica

NOTA: El Boletín se puede bajar desde esta página del Arzobispado:  http://www.arzcorrientes.com.ar/vernoticia.php?id_new=4088