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VIERNES 22: Cuatro mujeres harán su consagración en el Orden de las Vírgenes


Esta tarde, cuatro mujeres harán ante el Arzobispo su consagración en el Orden de las Vírgenes. Ellas son Charo Barrutia, Liliana González, Cyntia Romero y Milagros Taié, quienes han elegido como lema para este paso definitivo: "Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida". Lo harán en una ceremonia que se realizará durante la Santa Misa que se celebrará a las 20, y que presidirá monseñor Andrés Stanovnik.
Es una consagración laical, pública, solemne y perpetua. Su estilo y forma de servicio procura ser coherente con sus talentos, con la situación personal y laboral de cada una. Es decir, que en la práctica, la vida de cada una de estas mujeres, no se altera, más allá de la entrega profunda y personal a Dios y al servicio de la Iglesia, donde se necesite de sus dones.
Es así, que cada una llevará adelante sus tareas profesionales en el mismo ámbito. Charo Barrutia es Licenciada en ciencias de la Comunicación con orientación Educativa, es actualmente coordinadora pastoral de la Escuela Santa Teresita; Liliana González es Diseñadora Gráfica, y además de desarrollar de manera independiente esta actividad, cumple funciones en Cáritas Arquidiocesana. Ambas forman parte de Comunidad de Vida Cristiana y tareas pastorales en la parroquia Sagrado Corazón. Allí también trabaja pastoralmente, Milagros Taié, quien es Escribana y ocupa el cargo de Canciller del Arzobispado de Corrientes. Cyntia Romero es Periodista, trabaja en la Oficina de Prensa del Arzobispado y forma parte del Equipo de Medios de la Arquidiócesis, además, pastoralmente trabaja en el grupo de jóvenes “Señor, que todos seamos uno”, de la comunidad jesuita de Jesús Nazareno.

La ceremonia será transmitida por FM San Cayetano (102.5 Mhz)

Orígenes del Orden de las Vírgenes

El Orden de las Vírgenes surge en tiempo de los apóstoles, es la más antigua de las formas de consagración femenina, libremente asumida y ofrecida a Dios. Constituye un orden, no una orden, es decir, un grupo eclesial con características propias y bien definidas (Existen otros órdenes por ejemplo, el Orden de Viudas). No es un instituto religioso ni secular, no tiene fundadores, ni directoras o superioras, responde en obediencia filial al Obispo Diocesano y a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades Vida Apostólica.
El Obispo Diocesano, que es padre y pastor de la Iglesia particular, es la autoridad que modera a quienes son admitidas a este Orden. A él compete reconocer, respetar y promover el Orden de Vírgenes, realizar el discernimiento de carismas y decidir la admisión.

Condiciones de la candida
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Que no haya celebrado nupcias, ni vivido pública o manifiestamente en estado opuesto a la castidad. Tener entre 30 y 50 años. Madurez humana: personalidad y afectividad equilibradas. Salud espiritual y fortaleza psíquica. Aptitud para la castidad. Capacitación laboral o profesional que posibiliten su autonomía económica. Carisma de virginidad: existencia del don gratuito de Dios. Sentido de Iglesia: capacidad de comunión eclesial y obediencia filial al Obispo diocesano.

Misión
La misión de la virgen consagrada está dada en el orden del ser. De la propia vida configurada con los consejos evangélicos de la obediencia, pobreza y castidad, junto a las bienaventuranzas del Reino, la vida consagrada se hace misión.
Su ministerio o servicio es el de la oración litúrgica eclesial mediante el rezo de la Liturgia de las Horas. La meditación de la Sagradas Escrituras, la lectio divina.
El compromiso apostólico y la práctica de la caridad. Compromiso laboral y el ejercicio responsable de su profesión. Atención de los más débiles y las obras de misericordia: curar enfermos, enseñar a ignorantes, proteger a los niños, socorrer a los ancianos, confortar a las viudas y a los afligidos.

Difusión nacional y mundial
Gracias al impulso de renovación eclesial que inspiró al Concilio Vaticano II, fue revisado el originario rito dando lugar al nuevo ritual de Consagración de Vírgenes que recibió la aprobación de Pablo VI en 1971. El nuevo Código de Derecho Canónico (1983) reconoce esta forma de vida consagrada en la Iglesia y especifica su naturaleza jurídica en el canon 604.
Desde el 31 de mayo de 1970, en que fue promulgado el nuevo ritual de Consagración de Vírgenes, numerosas mujeres en diversos países del mundo adoptaron este estado de virginidad consagrada. Las hay en Europa (Alemania, España, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Polonia y Luxemburgo), América (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, México, Venezuela y Estados Unidos), África (Gabón y Níger), Asia (Israel, Jordania y El Líbano), y Australia.


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