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1 de septiembre: Jornada Mundial de Oración por la Creación


Este año, la Jornada invita particularmente a dar gracias por la creación recibida como don y sustento, pedir perdón por los daños, los abusos y el olvido de los más débiles y comprometernos a proteger la Tierra y la Vida.
En la Carta del Papa Francisco en la que instituye la Jornada, el Santo Padre recuerda que “como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. Para ello debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación, recordando siempre que, para los creyentes en Jesucristo, Verbo de Dios hecho hombre por nosotros, «la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo, ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea»
Asimismo, “la crisis ecológica nos llama a todos a una profunda conversión espiritual, porque está en peligro la existencia misma de la familia humana. El desafío urgente de cuidar nuestra "casa común" nos invita a unirnos todos en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral y a rezar juntos, cada uno según su propia tradición”, se indicó desde la organización de la convocatoria motorizada por la Conferencia Episcopal Argentina a través de la Comisión Nacional de Justicia y Paz.

Comience el día con una oración:
El 1 de septiembre, comience su día rezando con una de las oraciones que el Papa Francisco compuso para la encíclica Laudato Si: Oración por nuestra tierra u Oración cristiana con la creación.

Oración interreligiosa:
Unidos a nuestros hermanos judíos y evangélicos, tal como lo hiciéramos el año pasado en la Arquidiócesis, en algún momento del día, recemos los Salmos 65, 96 o 104.

Continúe en oración todo el día:
Rece el Rosario, el Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís o cualquier oración poniendo como intención el cuidado de la Creación.


Oración por nuestra tierra

Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz,
para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción. Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.


Oración cristiana con la creación
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado. Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas.
Amén.


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