En el marco del Año Jubilar, los días sábado 24 y domingo 25, se celebrará en distintos centros de detención, el Jubileo de la Pastoral Penitenciaria. El Arzobispo estará acompañando estas celebraciones presidiendo la Santa Misa. Habrá animación, catequesis, oración por el Papa y sus intenciones para lucrar indulgencias, y eucaristía. Estos acontecimientos se vivirán en la Unidad Penal Nº1, la Unidad Nº 3 Cárcel de Mujeres "Instituto Pelletier"; en el Centro de Contención Juvenil y en la Unidad Nº 6.
Organizados por la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis, ese fin de semana en que se celebra (el día24) la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, patrona de los cautivos, en estos centros de detención se realizarán las celebraciones. En todas las comunidades parroquiales se rezará de manera especial por esta celebración.
El sábado 24, de 9 a 11, el Jubileo se vivirá en la Unidad Nº 1. Incluirá una catequesis sobre la Misericordia; la celebración eucarística oficiada por monseñor Stanovnik y cruce de la Puerta Santa.
El domingo 25, por la mañana, de 9 a 11, la celebración se hará en el Instituto Pelletier. A las 9 se reunirán las internas en el patio San José, se oirán palabras de una interna, de un catequista de Jesús Misericordioso y del capellán mayor de la Pastoral, el padre Raúl Alcorta. La misa la presidirá el Arzobispo. Se rezará por las intenciones del Papa para lucrar indulgencias plenarias y se hará también, el gesto de cruzar la Puerta Santa.
Por la tarde, de 15 a 17, el Jubileo se celebrará en el Centro de Contención Juvenil y la Unidad Nº 6, con las mismas características.
Vale mencionar, que el Santo Padre, al convocar a este Año Jubilar, ha expresado palabras especiales, sobre todo para poder obtener las Indulgencias, para quienes están privados de su libertad. “Mi pensamiento se dirige también a los presos, que experimentan la limitación de su libertad. El Jubileo siempre ha sido la ocasión de una gran amnistía, destinada a hacer partícipes a muchas personas que, incluso mereciendo una pena, sin embargo han tomado conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente integrarse de nuevo en la sociedad dando su contribución honesta. Que a todos ellos llegue realmente la misericordia del Padre que quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad” (Carta del Santo Padre Francisco con la que se concede la indulgencia con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia)