La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo. El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.
En la Arquidiócesis, hay capillas puestas bajo el amparo de esta advocación en la que se honra a la Virgen.
En la capilla ubicada en el barrio Nuevo, perteneciente a la jurisdicción parroquial de Santa Lucía, está viviendo sus festejos patronales iluminados con el lema: “En comunidad, testimoniemos la misericordia de Dios, como María”.
Del 6 al 14 de agosto, todos los días, a las 6, rezo de Rosario de la Aurora; a las 15, Coronilla a Jesús Misericordioso; a las 18, adoración Eucarística, Confesiones; y a las 19, Santa misa.
En cada jornada se reza por una intención en particular: pedimos por nuestra conversión y por la patria, por los trabajadores y que no tienen trabajo, por los difuntos, por las vocaciones sacerdotales y religiosas, por los niños por nacer y sus padres, por los servidores de la comunidad, por los niños y jóvenes de la catequesis, por los que buscan a Dios con sincero corazón, y por los marginados.
El martes 15, solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, a las 9, Santa Misa; a las 10, se compartirá un chocolate. Por la tarde, a las 15, recepción de las comunidades vecinas con las imágenes de sus patronos; a las 17, procesión por las calles del barrio; a las 18, Santa Misa de Clausura.