CORRIENTES, viernes 17 de Octubre 2008 (Oficina de Prensa Arzobispado de Corrientes)-Con el objetivo de afianzar y consolidar el trabajo pastoral en el NEA vinculado a la prevención del consumo de drogas y la asistencias de las personas drogodependientes, se desarrollará mañana un encuentro de delegados regionales. La reunión se desarrollará en el Santuario de Nuestra Señora de la Merced, de 8 a 19, culminará con la celebración de la Santa Misa.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, en comunión con sus hermanos obispos de las nueve diócesis del Nea, pide oraciones para quienes están estructurando la Pastoral Diocesana, que desde hace un tiempo está trabajando coordinados por el padre Pedro Viana y Mariela Revidatti; y Regional en Drogadependencia.

Parte del trabajo que se desarrollará mañana, se centrará en la Guía de ayuda para la Planificación de una Pastoral Diocesana en Drogodependencia, de la Conferencia Episcopal Argentina.

En relación a esas pautas, vale mencionar, que en el pasado mes de abril se efectuó, en la Casa Columna de la diócesis de San Isidro, el Primer Encuentro de la Pastoral Nacional de Adicciones. En esa oportunidad participaron representantes de 60 diócesis de todo el país, que fueron enviados por Obispos locales, para trabajar sobre la problemática de la Drogodependencia.

También participaron delegados de Pastorales nacionales como la Pastoral social, la Pastoral Juvenil, la Pastoral Carcelaria y pastoral de la Salud.

Muchas fueron las conclusiones de este encuentro pero una especialmente es un gran desafío: la creación de una Pastoral Nacional de Adicciones a las Drogas, que integre las iniciativas diocesanas, teniendo como Marco referencial el Programa Nacional de dicha Pastoral de Adicciones.

En el marco del Programa Nacional de Acción Pastoral en Drogadependencia de la CEA, como marco referencial, los fundamentos generales del programa nacional son: “Promover la cultura de la vida basada en la divinidad trascendente de toda persona humana e identificar al consumo de drogas como uno de los factores actuales más perniciosos de la anticultura de la muerte”.

Por eso, instan a las diócesis a animar una Pastoral activa mediante estos objetivos:

* Una tarea de evangelización que ayude a la concientización sobre los beneficios de una vida digna vivida en libertad, poniendo en evidencia los males que implica la droga.

* Una amplia acción de Educación y Prevención.

* Una activa contribución a la rehabilitación de personas afectadas.

* Denuncia del comercio de drogas y de los intentos de promover políticas permisivas para la comercialización y consumo de las mismas.

El marco referencial esta dado también en la Carta de los Obispos “La droga, sinónimo de Muerte”, elaborada en la Asamblea Plenaria en Pila, el 9 de noviembre de 2007, y el Manual Pastoral: “Iglesia, droga y toxicomanía”, publicado por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, ciudad de Vaticano, 1 de noviembre de 2001.