La Pastoral para la Infancia de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) ha convocado del 24 al 26 de este mes al 1º Encuentro Nacional de Pastoral para niños, que se realizarán en la "Santa Casa de Ejercicios" de la Arquidiócesis de Buenos Aires.

El encuentro está dirigido a sacerdotes, seminaristas, religiosas, religiosos, laicos, laicas que se dediquen al trabajo pastoral con niños y que puedan ser referentes diocesanos.

El temario del encuentro incluye temas como "Realidad infantil en la sociedad y en la Iglesia", ""El niño como sujeto de la evangelización", "Cómo evangelizar la realidad infantil", "El niño como agente de evangelización"; y ofrecerá recursos pastorales como oración, celebración, formación y acción adecuadas a la pastoral infantil.

Invitación

“En nuestra sociedad, marcada por una profunda orfandad, entre los miembros más débiles y frágiles están los niños”, dice la invitación enviada, y continúa diciendo “a ellos dedicamos múltiples esfuerzos: la catequesis, nuestras escuelas, los movimientos y asociaciones, pero no siempre vemos los frutos duraderos que esperamos a pesar de tanto esfuerzo, y cada día son más los niños a los que no llegamos de ninguna manera, como son los niños que más sufren: por razones económicas, falta de trabajo de sus padres, el ambiente violento en que viven, por tener sus familias destruidas”.

...“La niñez hoy en día debe ser sujeto de una acción prioritaria de la Iglesia…. Los niños son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo por su capacidad de acoger con sencillez el mensaje evangélico. Jesús los escogió con especial ternura, y presentó su capacidad de acoger el Evangelio como modelo para entrar en el Reino de Dios”... (Aparecida 438)

“Urge a nuestra acción pastoral que los niños, y no sólo algunos, sino todos, tengan la posibilidad de experimentar, de manera muy viva, el amor de Dios: del Padre que los abraza, de Jesús que los bendice y quiere que estén cerca de Él”.

“Es importante que los niños ocupen el lugar que les corresponde, en la Iglesia y en la sociedad, que no es la de meros receptores, sino verdaderos protagonistas, porque no son sólo el futuro sino son ya un presente que hay que atender, valorar y que, desde su propia realidad, llena de vida, también pueden hacer su aporte. No son ni la Iglesia, ni la sociedad del mañana. Son ya Iglesia, y son ya sociedad. No sólo son destinatarios: objeto de promoción, educación y evangelización. Son sujetos que evangelizan, promocionan y educan”.

... “Valorar la capacidad misionera de los niños y niñas que no sólo evangelizan a sus propios compañeros, sino que también pueden ser evangelizadores de sus padres”... (Aparecida 441 g)

...“Por otro lado la niñez, al ser la primera etapa de la vida del ya nacido, constituye una ocasión maravillosa para la transmisión de la fe”… (Aparecida 440)

“La experiencia nos dice que es un momento de la vida, ideal para el trabajo pastoral, por su apertura y cercanía a Dios, porque empiezan a descubrir la presencia del “otro” y porque son aún una arcilla blanda que se puede moldear si se les presenta, adaptados a su edad y capacidad, a Jesús y los valores evangélicos; para que haciéndose carne en ellos vayan adquiriendo actitudes que los acompañarán toda la vida”.

“No apostar hoy por ellos, sería para la Iglesia, enterrar valiosos talentos capaces de dar mucho fruto, hoy y en el futuro”.

“Estos niños, podrán ser, en poco tiempo, los grandes actores de la historia eclesial y de nuestra patria. Los grandes valores y actitudes que vivan e incorporen, serán los que marcarán su estilo la vida”.

“Dedicarnos a ellos ahora, es animarnos a soñar una Iglesia con jóvenes y adultos, para quienes la relación con Dios, el sentirse Iglesia discipular, misionera y solidaria, será algo que espontáneamente brotará de sus corazones y se transformará en acciones concretas”.

“Somos muchos los que trabajamos con niños, cada uno llega a ellos bajo un aspecto y entre todos no llegamos ni a todos los niños, ni a responder a todas sus necesidades y requerimientos. Las parroquias, los colegios, la catequesis, los movimientos y asociaciones, todos dedicamos grandes y generosos esfuerzos hacia ellos pero nuestros esfuerzos parecen siempre insuficientes. El trabajo es mucho, a veces, es el de “francotiradores”, faltándonos la fuerza y la eficacia de lo orgánico, que implica no renunciar a lo propio, al carisma particular, a la misión o espiritualidad específica, sino ubicar la propia riqueza, como aporte, a la tarea de toda la Iglesia”.

“Nos encontramos con una atomización de los esfuerzos, falta de proyectos y fines comunes, sin una articulación de los programas, que nos impide trabajar en una misma dirección, apuntando a formar el cristiano que la Iglesia y el mundo de hoy necesitan”.

“Se hace necesario, también articular la pastoral de niños con la pastoral familiar, de juventud y vocacional, y con el resto del trabajo eclesial”.

Aparecida nos invita a... “Establecer, donde no existan, el Departamento o Sección de Niñez para desarrollar acciones puntuales y orgánicas a favor de los niños y las niñas”

“Todo lo expresado anteriormente es el fundamento y motivación de la invitación a este encuentro, que quiere ser un primer paso que nos ayude como Iglesia en Argentina, a proyectar una pastoral de niños; que respetuosa de cada lugar, ayude a unir a las personas y los esfuerzos, a confrontar ideas y métodos, armonizar actitudes, coordinar recursos, aportar riqueza buscando los mismos objetivos”.

“Los niños son una realidad muy frágil y necesitada de cuidado y de ternura. Sin embargo en esas vidas pequeñas que se abren, Dios tiene puesta su esperanza, esperanza de fuerza renovadora, esperanza de alegría contagiosa, esperanza de dinamismo y frescura evangelizadora, esperanza de amor comunicado según los sentimientos de Jesucristo, esperanza de continuidad en el camino que el Señor dejó marcado en nuestra historia. Ellos son bendición y promesa, pero hoy son presente que Dios nos confía”.

Inscripciones y mayores informes: past.infancia.cea@gmail.com