PRENSA > HOMILÍAS

SAN RAMÓN, 31 DE AGOSTO DE 2019

MENSAJE DE MONSEÑOR ANDRES A LA COMUNIDAD DE LA CAPILLA SAN RAMÓN

Queridos P. Miguel A. Gómez, párroco;
P. José Rito Salvador Romero, vicario parroquial,
y Comunidad de la capilla San Ramón:
 

Como lo hacen todos los años, hoy van a conmemorar a San Ramón, bajo cuyo patrocinio fue puesta esa querida comunidad perteneciente a la parroquia San Jerónimo. En esta ocasión no podré acompañarlos personalmente porque, como ustedes saben, me estoy recuperando de un mal inesperado, que se presentó un tanto agresivo al principio y que ahora, gracias a Dios, va retrocediendo de forma tal que espero verlos pronto.

Quien hubiera pensado que el nacimiento prematuro de San Ramón adquiriese de pronto tanta actualidad. Como sabemos, su madre falleció en el parto anticipado que debieron practicarle para salvar a su hijo. Una madre, que entrega su vida para que su hijo viva, es hoy un mensaje de potente impacto para una cultura que se considera progresista, pero que en realidad regresa a formas primitivas, en las que el más fuerte domina sobre el débil de acuerdo con los dictados de la ley de la selva.

Ese gesto heroico de su madre, marcó la vida de su hijo. Ramón, como sabemos, hizo muchos sacrificios para rescatar a los cristianos que fueron esclavizados, hasta que él mismo se entregó como rehén para salvar a muchos. En San Ramón tenemos un ejemplo brillante de hombre cristiano que entendió la dinámica nueva que trajo Jesús: el débil triunfa sobre el fuerte; el amor vence la indiferencia y el odio; y la vida le gana la partida a la muerte.

Me alegra que esa comunidad haya abierto las puertas para acompañar a las mamás embarazadas, alentarlas y brindarles un mayor conocimiento de cómo transitar ese período de gestación de la nueva vida que lleva en su seno. Esa compañía es un modo muy concreto de ayudar a que las mamás se preparen conscientemente a crear las mejores condiciones para el nacimiento de su bebé, lo cual es una manera de valorar la vida que están gestando entregando la suya propia, como lo hizo la mamá de San Ramón.

El bautismo que recibimos nos insertó en la Vida Nueva de Jesús muerto y resucitado. La señal más clara de que esa vida aumenta en nosotros es, precisamente, cuando la entregamos en bien de los otros, y disminuye y se pierde cuando pretendemos acapararla para nosotros mismos. Con ustedes me encomiendo a San Ramón, para que entendamos y aceptemos con alegría la misión cristiana de entregarnos al servicio a los demás, en particular a aquellos que no pueden retribuirnos, y a los que se muestran hostiles al mensaje que nos transmite hoy la conmemoración de San Ramón Nonato.

Mientras les agradezco de corazón sus oraciones por mi salud y les aseguro las mías, y en espera de que en breve nos encontremos, los saludo afectuosamente y les deseo paz y abundantes bendiciones por intercesión de San Ramón.

†Andrés Stanovnik OFMCap
Arzobispo de Corrientes


ARCHIVOS