Queridos Docentes de nuestras Comunidades educativas:
 

Al conmemorarse hoy el Día del Maestro y el próximo domingo el Día del Profesor, deseo saludar a todos los docentes que ponen el corazón en lo que hacen y se esfuerzan día a día en formar personas como Dios las soñó, íntegras, llenas de valores, dispuestas a crear lazos de amistad con todos y juntos a hacer de este mundo algo mejor.

Ciertamente, la docencia es todo un desafío, que consiste en un esfuerzo diario contra el que busca el camino fácil y sin trabajo, donde predomina el egoísmo y la sensualidad, un mundo carente de valores. Además, al docente se le suma hoy la tarea educativa que deriva de un creciente abandono de no pocos padres y tutores, que no acompañan el proceso de educación de sus hijos.

Docentes que dan mucho más de lo que le corresponde en su carga horaria pues tienen que corregir cuadernos, planificar, seguir formándose, y acompañar las propuestas extraordinarias de la institución. Docentes que requieren una madurez psicológica para no estar pendiente de la aprobación o el cariño de sus alumnos, sino solo la búsqueda del bien de cada uno de ellos.

Hoy la maestra, el profesor, la secretaria, el portero, la familia (todos los que constituimos la comunidad educativa) merece todo nuestro reconocimiento y gratitud por poner el corazón en la docencia y hacer frente a los desafíos actuales.

Pensar en ustedes nos anima a continuar entregando lo mejor de nosotros mismos, en la tarea diaria de ayudar a crecer en el saber y en el trato humano y cristiano de nuestros alumnos y de nosotros con ellos.

Reciban nuestro cordial abrazo y bendición.

†Andrés Stanovnik OFMCap
Arzobispo de Corrientes

Pbro. Ariel H. Weimann
Vicario Episcopal de la Educación