¡Feliz y bendecido Día de la Madre!

En enero del 2019, el Papa Francisco aseguraba: “Un mundo que mira al futuro sin mirada materna es miope. Podrá aumentar los beneficios, pero ya no sabrá ver a los hombres como hijos. Tendrá ganancias, pero no serán para todos. Viviremos en la misma casa, pero no como hermanos. La familia humana se fundamenta en las madres. Un mundo en el que la ternura materna ha sido relegada a un mero sentimiento podrá ser rico de cosas, pero no rico de futuro”. Hoy más que nunca, necesitamos aprender de las madres que el heroísmo está en darse, la fortaleza en ser misericordiosos, la sabiduría en la mansedumbre.

Desde el Secretariado Arquidiocesano de la Familia, hacemos propias estas palabras del Santo Padre que nos permiten dimensionar el fundamental rol de las madres en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia. Entendemos que ser madre no significa sólo traer al mundo un hijo, sino es también una elección de vida. La elección de vida de una madre es la elección de dar vida. Y es por eso que las madres son el antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta. Individuo quiere decir que no puede ser dividido. Las madres, en cambio, se dividen a partir del momento en el que acogen a un hijo para darlo al mundo y criarlo, y así, multiplican el amor. 

Qué la Tierna Madre de Itatí, el rostro más cercano que vemos en cada madre, en la que sentimos y recibimos su abrazo cariñoso, ponga siempre bajo su manto a las Madres y las sostenga, en sus alegrías y tristezas, entre sus manos. 

Que por intercesión de San José, amoroso y fiel esposo de la Virgen, Dios las bendiga abundantemente.

Corrientes, 16 de octubre de 2021

Secretariado Arquidiocesano para la Familia