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La sinodalidad en Corrientes, caminar juntos al modo de Jesús

En el santuario de Nuestra Señora de la Merced se vivió el segundo encuentro de referentes parroquiales para el Sínodo. Más de 25 parroquias estuvieron representadas. El Arzobispo compartió una reflexión sobre la sinodalidad, invitando a asumir este camino de escucha como Iglesia particular, en las parroquias, en los grupos, y de un modo personal, siendo siempre abiertos a la escucha y al diálogo con los demás, al modo de Jesús. 

La actividad se inició con una breve presentación de qué este camino sinodal de la “sinodalidad”. Este “caminar juntos” debe expresarse en el modo ordinario de vivir y obrar de la Iglesia, queque es sinodal,  como es madre, maestra, misionera. Se destacó la importancia de asumirnos, personal y comunitariamente, llamados a vivir la sinodalidad que es propia de nuestra Iglesia, que no es algo nuevo, sino, su modo de ser. Escucha, discernimiento, camino, diálogo, salir al encuentro, proceso espiritual, fueron algunas de las palabras utilizadas para expresar el “espíritu” de esta etapa.

Más de cuarenta referentes, de unas 27 parroquias, trabajaron con los esquemas y propuestas del Vademecum del sínodo. Se explicó que, más allá de las consultas que pueda hacerse en cada comunidad, todas deben tener como eje dos preguntas: ¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en nuestra Iglesia particular? Y ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro caminar juntos?

Monseñor Andrés Stanovnik acompañó la primera parte del encuentro, y ofreció una reflexión sobre el espíritu del sínodo y como entenderlo a la luz de Jesús, que es quien ilumina e inspira a la Iglesia, y quien nos enseña a caminar junto, sin desanimarnos.

“En la vida ordinaria, en la vida común, el esquema de los vínculos, está más o menos, en base a esta expresión: “mira, si no te impones, te pasan por arriba”. En el trabajo, en la calle, en el colectivo, en el negocio, en la pareja. Eso es lo que funciona adentro. Por eso la guerra”, dijo. Empero, señaló, “nosotros acá, estamos proponiendo algo totalmente distinto, contrario a eso”.

Y explicó, “si alguien de afuera, que no está en esto nos escuchara, diría “pobrecitos, son unos idealistas, ¿en qué mundo viven?”. Pero es verdad, porque nosotros estamos proponiendo algo que es de Jesús. Nosotros aprendemos a caminar juntos, mirando a Jesús. Dios nos enseñó a caminar juntos. No cualquier Dios, el Dios de Jesús. Entonces, si nos miramos con una mirada abarcando el misterio de Jesús, el misterio de la encarnación, decimos: Dios empezó asumiendo, escuchando, no cambiando nada, abrazando. Abrazando lo que hay. No buscando transformarlo para poder abrazarlo y hacerlo a mi gusto. Nos abrazó como somos”.

El Arzobispo señaló que “cuando hablamos de escuchar, de aceptar, de tener en cuenta a las minorías, lo hacemos porque Jesús nos enseñó a hacerlo así. No porque es una cosa interesante, nueva. Por eso es importante volver siempre a él, para aprender de él. Además, él nos dio su Espíritu, de modo, que no es una utopía. Por más que nos digan “pobrecitos miren en qué mundo viven”, a nosotros nos parece que este es el único mundo posible para poder convivir y no destruirnos”.

Es una propuesta – la sinodalidad- extraordinaria la que tenemos, aseguró el Pastor. “La iglesia, que quiere escuchar, es Cristo que escucha; porque no hay otro Cristo si no es en esta Iglesia, porque somos el cuerpo de Cristo. Por eso los obispos tienen que escuchar, los curas tienen que escuchar, los diáconos tienen que escuchar, porque Cristo escucha. Si no escuchamos, estamos del otro lado”.

Más allá de las respuestas que encuentren en sus comunidad o de sus párrocos, monseñor Stanovnik destacó que es “una gracia enorme el haber sido elegidos referentes de sus comunidades”, y los alentó a que no se desanimen, “si Jesús no se desanimó con nosotros, desde la cruz no se desanimó, dijo “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Permaneció abrazándonos”.