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De cara a las estas elecciones nacionales P.A.S.O. (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) que se vivirán este domingo, Referentes y Equipos Diocesanos de Pastoral Social NEA nos señalan a que “en el contexto social, político, cultural y económico que estamos viviendo, es necesario replantearnos cuál es nuestro compromiso ciudadano, cristiano y moral que nos lleve a contribuir y construir nuevas relaciones de amistad social y fraternidad”.
Compartimos el mensaje de la Pastoral Social del NEA:
Cultivar. Luchar. Participar
- 40 Años de Democracia -
Un nuevo acto electoral se aproxima. En estas elecciones nacionales P.A.S.O. (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), elegiremos los candidatos que se presentarán en las elecciones generales de octubre para presidente, vicepresidente, representantes del Parlasur, senadores y diputados nacionales. En el contexto social, político, cultural y económico que estamos viviendo, es necesario replantearnos cuál es nuestro compromiso ciudadano, cristiano y moral que nos lleve a contribuir y construir nuevas relaciones de amistad social y fraternidad.
Desde la Pastoral Social de la región NEA, nos preguntamos…
¿Nos sentimos llamados a ejercer nuestro derecho a elegir?
¿Abogamos por elecciones democráticas, libres, transparentes y representativas?
¿En qué circunstancias nos involucramos participando en los asuntos de interés público?
¿Qué nos mueve? ¿El bien común o nuestros intereses?
¿Exigimos transparencia en la administración pública, pero en nuestros ámbitos de vida solemos caer en la corrupción?
Condenamos las grietas, divisiones, pero ¿valoramos a cada persona respetándola desde su dignidad, su pensamiento, opinión o elección?
Miremos a la viuda, como lo hizo Jesús. “Ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir” Mc. 12, 44. La actitud de la viuda nos cuestiona sobre cómo estamos “siendo parte” de la sociedad en la que nos encontramos inmersos. A veces, sólo “hacer nuestra parte” no alcanza, no ayuda, necesitamos involucrar y poner la vida misma en aquello que damos. No alcanza con sólo votar cuando nos toca o porque nos sentimos obligados a hacerlo. No basta una moral cívica que protesta y denuncia, pero no propone. Construir sociedades democráticas requiere el esfuerzo de todos, donde, como enseña el Concilio Vaticano II, “los derechos de la persona (sean) condición necesaria para que los ciudadanos, como individuos o como miembros de asociaciones, puedan participar activamente en la vida y en el gobierno de la cosa pública”.
El ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral. Deberíamos ser guiados más por nuestras convicciones morales que por nuestro apego a un partido político o grupo con intereses especiales, para “ver más allá de la política partidista, (analizar) las promesas de la campaña con un ojo crítico y (escoger) dirigentes políticos según su principio, no su afiliación política o el interés propio” (USCCB, Vivir el Evangelio de la Vida, no. 33).
La falta de representación política nos desanima, desalentando a muchos a ejercer su derecho y deber al sufragio. Hay una pérdida de la confianza en las instituciones democráticas y en el voto como herramienta para incidir en lo público. Y es justamente por esto, que debemos responder con valentía y perder el miedo a participar, evitando prejuicios descarnados, y ciertas afirmaciones muy temidas como “esto no cambia más” o “todos son iguales”.
Los desafíos son aún mayores si pensamos que estamos transitando 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país; tal vez, haya uno que se impone en estas circunstancias: ¿Cómo “robustecer” la democracia representativa para que, a través de ella, recobremos la confianza y la credibilidad en nuestro sistema democrático? Como afirma el Papa Francisco “El fruto de la desconfianza es la apatía y la resignación”.
¿Qué podemos hacer?
Con la alegría y la esperanza firme, sabiendo que Jesús camina a nuestro lado, nos encomendamos a Nuestra Tierna Madre de Luján que nos anima a construir juntos una patria de hermanos.
Referentes y Equipos Diocesanos de Pastoral Social NEA Monseñor Adolfo R. Canecín, Obispo Diócesis de Goya – Referente
NOTA: A la derecha de la página, en Archivos, el documento como Orientaciones PASO 2023), en PDF