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MONSEÑOR STANOVNIK

Homilía en la Misa patronal del Inmaculado Corazón de María

Corrientes, 8 de junio de 2024

“De la mano de María, hacia una Iglesia de puertas abiertas”, es el lema que ustedes eligieron para orar y reflexionar durante los días de la novena, para llegar al día de la fiesta dándonos cuenta de que vale la pena dejarse tomar de la mano de María, porque ella nos lleva amorosamente a algo mejor de aquello en lo que estábamos antes. ¿De qué se trata ese algo mejor? Los invito a que lo pensemos con el Evangelio que acabamos de proclamar.

El Evangelio seleccionado para esta ocasión es el relato de la subida de Jesús al Templo a los doce años, que concluye con la afirmación de que María guardaba todas estas cosas en su corazón. Como lo acabamos de escuchar, la subida de Jesús al Templo crea un conflicto en la Sagrada Familia. María regaña a Jesús: “¿Por qué nos has hecho esto?”. Sin embargo, la apertura de Jesús a los asuntos de su Padre celestial, más allá del pequeño círculo familiar, es asumida por María, quien medita estas cosas en su corazón, aunque todavía no pueda entenderlas.

El Inmaculado Corazón de María fue madurando porque jamás se cerró a la acción del Espíritu Santo, aun en los momentos más difíciles e incomprensibles para ella. Recordemos, por ejemplo, la anunciación del Ángel, la huida a Egipto, la respuesta del Hijo adolescente a una justificada pregunta que le hizo su Madre, o los instantes dolorosos que vivió al pie de la cruz de su Hijo. ¿Qué la mantuvo fiel a aquellas palabras que pronunció al inicio de su misión? “Aquí está la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”.

María se mantuvo siempre abierta a las inspiraciones del Espíritu Santo, porque, como lo hemos escuchado en el Evangelio de hoy, ella guardaba cuidadosamente todos estos sucesos en su corazón (cf. Lc 2,51). Aun contrariada por la actitud de su hijo, ella no reaccionaba impulsivamente, sino que se ponía delante de Dios y se preguntaba qué significaban esos contratiempos para su vida. María no se cerraba en sí misma, siempre permanecía abierta, por eso ella es una excelente Madre y Maestra para enseñarnos cómo ser una Iglesia de puertas abiertas.

Hoy podemos preguntarnos, por ejemplo, qué nos lleva a cerrar las puertas de nuestra comunidad, o qué actitudes tenemos que no invitan a que otros ingresen y se sientan cómodos entre nosotros. No tengamos temor de hacernos estas preguntas y otras similares, pero no solos, sino juntos y siempre “de la mano de María”. Ella nos llevará siempre a ensanchar los espacios, soportar pacientemente aquello que no comprendemos, que nos saca de la comodidad, y nos exige ser acogedores y amables con todos, especialmente con aquellos cuya presencia no nos resulta agradable. Abrir las puertas de nuestro corazón, del corazón de la comunidad parroquial resulta muy llevadero si nos dejamos llevar por la mano de María.

María, de corazón inmaculado, es una señal extraordinaria y maravillosa, de total apertura a Dios, en la que ninguna mancha de egoísmo empaña esa relación. Ella permanece abierta a Dios y a toda la humanidad, porque el Dios que nos vino por la obediencia total de María, es un Dios que abre los brazos, acoge a todos, da su vida por todos, es amor sin límites, es Jesucristo, vida y esperanza nuestra. Entonces, contemplar el Inmaculado Corazón de María es, ante todo, recordar que pertenecemos a Dios, Él nos creó por amor y busca afanosamente que nos demos cuenta del inmenso amor que Él nos tiene. Esta apertura a Él, nos abre amorosamente a los demás. María nos enseña que su Inmaculado corazón es obra de Dios, obra que él desea realizar en cada corazón humano, y hoy quiere hacerlo en cada uno de nosotros.

Que el Corazón Inmaculado de María nos abra con humildad a la confianza para dejarnos conducir de su mano, para que seamos cristianos y comunidad parroquial de puertas abiertas, en la que quepan todos, especialmente aquellos que están lejos o que no se sienten dignos de estar entre los hijos amados de esta maravillosa Madre de Dios y de todos. Que así sea.

Andrés Stanovnik OFMCap

Arzobispo de Corrientes

 

NOTA: A la derecha de la página, en Archivos, el texto como 24-06-08 Inmaculado Corazón de María-Homilía, en formato de Word